No suele ser fácil pedir ayuda
La solución tal vez es más sencilla de lo que parezca
¿Qué desean los niños?
Los niños y las niñas son personas resilientes, mucho más fuertes y capaces de lo que solemos pensar. Tienen una forma diferente a la de los adultos de ver la vida y de expresar sus sentimientos, emociones y necesidades. Sin embargo, sus deseos no suelen diferir tanto de los nuestros, quieren ser aceptados, pertenecer, que les permitan ser activos y participar, que su opinión sea escuchada y tenida en cuenta, quieren aprender cosas nuevas y ser queridos.
Su vida también tiene dificultades
En ocasiones les puede resultar difícil gestionar situaciones complejas, igual cómo nos cuesta a los adultos, con la diferencia de que ellos disponen de menos recursos. Cambios en la estructura familiar, la llegada de un hermano o hermana, dificultades familiares, procesos de duelo, problemas en el colegio, con los amigos etc.
¿Saben los niños qué es un psicólogo?
También es habitual que los niños no deseen acudir a un psicólogo, incluso que no sepan qué es, ni para qué sirve y sean los padres los que decidan por ellos.
¿Cuándo puede ser necesario consultar con un profesional?
Ante un evidente malestar que afecta a la vida diaria como; miedos, incertidumbres, nerviosismo, cambios drásticos de comportamiento, sentimientos de tristeza, inseguridad, dificultades en el desarrollo, problemas de conducta, agresividad, dificultades para relacionarse con iguales, adultos, en la familia, en el colegio, etc.
¿Cómo trabajo con los niños?
Como terapeuta, creo firmemente que los niños merecen ser tratados de forma inteligente, apreciar lo que les hace únicos, ofreciéndoles un espacio en el que puedan conectar, sentirse escuchados y tenidos en cuenta para poder iniciar una adecuada relación terapéutica. Esto que suena largo, puede darse tan sólo en unos minutos, los niños son eficientes y suelen comunicarse de una forma mucho más directa y sencilla que los adultos, incluso los más pequeñitos. Tan sólo tenemos que estar atentos a su forma particular de expresarse, de comunicarse y de ver el mundo. Por otro lado, considero fundamental la implicación de los padres en la terapia, de forma que parte de mi trabajo es tener en cuenta las necesidades tanto de los padres, como de los niños.
Puedo acompañarte en estos momentos en los que te surjan dudas, momentos en los que necesites un refuerzo, una guía, cuando sientas desesperanza o de repente veas negro el camino.
Es posible que sólo necesites un poco de ayuda para cambiar de perspectiva para seguir adelante.